Cerrar la terraza de un ático siempre ha sido un bocado muy goloso para la mayoría de los propietarios, pues verían aumentar la superficie de su vivienda a un bajo coste, creando muchas veces espacios muy agradables y con buenas vistas. En estos casos, el presupuesto no es lo más importante, pues por poco dinero se pueden hacer intervenciones muy dignas, sino la posibilidad legal de realizarla.
En primer lugar, como siempre que intervenimos en una comunidad, es acudir a los estatutos de la comunidad para ver si se permite o no el cerramiento de las terrazas del ático. Si no dice nada, debemos solicitar permiso a la comunidad para que lo aprueben en junta.
El segundo obstáculo, y casi siempre el más complicado, es que el planeamiento urbanístico de nuestro municipio permita el cierre de dicha terraza. Para ello, necesitamos contactar con un técnico competente (generalmente un arquitecto, pues estamos interviniendo sobre la envolvente de un edificio de viviendas) para que interprete dicho planeamiento y, si es posible, realice el proyecto de dicho cerramiento. Ya que es necesario contratar a un arquitecto, no debemos desaprovechar la ocasión para que nos asesore sobre la creación y construcción de dicho espacio para que quede lo mejor posible.
Cada municipio tiene su propio planeamiento urbanístico, pero muchos suelen impedir el cierre de las terrazas de los áticos, entre otros por los siguientes motivos:
· El cerramiento que proponemos sobrepasa la altura máxima permitida: Es habitual que no se permita construir por encima de la línea de cubierta del edificio, y nuestra terraza tenga que sobrepasar esa línea si no queremos ir agachados.
· EL cerramiento de nuestra terraza implica aumento de edificabilidad y esta está colmatada: Las terrazas suelen computar el 50% de la superficie en planta a nivel de edificabilidad, por tanto, si la cerramos, aumentaríamos la edificabilidad al otro 50% de la superficie de la terraza. Por ejemplo, si queremos cerrar una terraza de 10 m² (que computa como 5 m²), aumentaríamos la edificabilidad del edificio en otros 5 m². Si la edificabilidad total del edificio está al límite de la normativa no podríamos aumentarla.
· El planeamiento prohíbe expresamente el cierre de las terrazas: Puede ser que el planeamiento prohíba expresamente el cierre de las terrazas en un barrio concreto por cuestiones estéticas. También puede ser que nuestro edificio esté protegido o catalogado patrimonialmente, en cuyo caso tampoco podríamos modificar su envolvente.
Hay que aclarar también que si el cerramiento es ilegal, lo es independientemente de si es desmontable o no, de si es un cerramiento más o menos ligero o de sus materiales. La única ventaja de que sea desmontable es que nos costará menos cuando el ayuntamiento nos lo mande demoler. Por otra parte las empresas de carpinterías metálicas no se hacen responsables de la legalidad de su obra, siendo el promotor el que se tiene que cerciorar de que la obra está permitida.
Una vez solventados los escollos legales debemos plantearnos que tipo de espacio queremos crear ahí. Normalmente el cierre que pondremos será de vidrio, bien con carpintería de aluminio o de otros materiales, por lo tanto el espacio que se creará será frío por la noche y muy cálido al mediodía, cuando los rayos del sol incidan directamente sobre el vidrio. Esto no es lo más adecuado para dormitorios ni para baños y cocinas. Así pues, el espacio más aconsejable puede ser un cenador, un comedor o un salón, o espacios de ocio alternativos a la vivienda como sala de billar, de futbolín, de cine, etc.
Es aconsejable que este espacio tenga las mínimas instalaciones posibles, pues no estaba pensado originalmente para ser un espacio interior y cambiarlo puede generar obras molestas e innecesarias. En todo caso podemos servirnos de instalaciones exentas, como estufas de pellets, que generarán además un ambiente más acogedor y ecológico. Podemos hacer uso de alfombras o tapices para cubrir el solado de plaqueta y dar un toque más cálido al ambiente, sin tener que cambiar el suelo.
Para reducir la incidencia directa del sol podemos hacer uso de contras, de estores o de láminas opacas de diversos materiales, a poder ser por el exterior para evitar el efecto invernadero, aunque si la incidencia es moderada es más sencillo ponerlas al interior.
Respecto al precio de cerrar una terraza, en general suele ser una obra barata. Dependerá de la superficie que queramos cerrar. Podremos cerrar completamente una terraza pequeña por unos 5.000 €. Debemos sumar a la obra los gastos del proyecto y la licencia en el ayuntamiento, que pueden sumar al menos un 10% más. Como vemos el presupuesto es pequeño frente a lo que nos aporta, que es sumar varios metros cuadrados a nuestra vivienda. Si la terraza es muy grande siempre podemos optar por cerrar solo una parte para ajustarnos a nuestro presupuesto.
En definitiva, el cerramiento de la terraza de un ático es una opción muy interesante para ampliar nuestra casa y crear un espacio agradable y soleado. El principal problema es que la mayoría de las veces habrá circunstancias legales que nos impidan su realización. Si tenemos la suerte de que no sea así, sin duda debemos aprovechar esta oportunidad y aventurarnos a crear nuestro propio espacio de fantasía.
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