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Reformas para accesibilidad en locales



Una de las características más importantes a la hora de elegir un local para montar tu negocio es el tema de la accesibilidad. Mucha gente primero elige el local: por la zona, por el precio y por las dimensiones, y solo después de haberlo elegido le pide a un técnico que le haga el proyecto de actividad (“los papeles”) que le piden en el ayuntamiento.


Independientemente de que quieras que un arquitecto te haga un diseño bonito, atrayente, moderno, o simplemente acorde con tu establecimiento (es verdad que mucha gente no lo necesita o cree que no lo necesita), es muy importante contar con un técnico competente para elegir tu local adecuado. Elegir un buen local te puede hacer ahorrar muchísimo dinero, mucho más de lo que él va a cobrar por el proyecto de actividad, que por otro lado vas a necesitar de todas formas.


Así pues, primero tenemos que estar seguros de que nuestro local candidato permite nuestra actividad (esto viene en el planeamiento y nos lo pueden decir en el ayuntamiento solo sabiendo la dirección, o nos lo puede decir nuestro técnico). Lo siguiente que debemos saber es si el local posee una licencia en vigor para la actividad que queremos realizar. Si el local ya poseía anteriormente la misma actividad que queremos abrir, no será necesario que hagamos obras de ningún tipo. La validez de esta licencia también varía con el ayuntamiento, pues puede durar 6 meses desde que se cerró el negocio, un año (el caso de A Coruña) o incluso toda la vida. Pero hay que aclarar que si hacemos obras en el local, todo sobre lo que actuemos sí que debe cumplir la normativa actual. Si el local no tiene una licencia en vigor para nuestra actividad, entonces habrá que cumplir con la normativa de accesibilidad vigente. Puede haber algunas excepciones, por ejemplo, si la entrada al local no es accesible y es inviable adaptarla por razones estructurales, patrimoniales o de otra índole. Puede haber otras excepciones, dependiendo de cada ayuntamiento, pero la norma general es que siempre hay que cumplir las normas de accesibilidad en todos los negocios que se abran.


El aseo, lo más importante


Una de las cosas en que más hincapié hacen los técnicos municipales, y que nunca pasan por alto, es la accesibilidad en los aseos. Todos hemos visto aseos de minusválidos en cantidad de establecimientos, suelen ser cuadrados y apenas tienen un inodoro y un lavabo pequeño. Esto es así porque es necesario poder inscribir un círculo de 1,50 m de diámetro sin ningún obstáculo. Además, el inodoro tiene que tener 80 cm libres en uno de los lados y barras de apoyo laterales. Hay que diferenciar si los aseos son públicos o privados (para los trabajadores). Si los aseos son públicos, necesitan aún más requerimientos, por ejemplo el inodoro necesitará 80 cm libres a cada lado, será necesario un vestíbulo previo de entrada a los aseos y habrá que diferenciar los aseos por sexos. Eso sí, solo será necesario que uno de ellos sea accesible. Los elementos de señalización, interruptores, etc. deberán estar a una altura determinada para que todo el mundo pueda hacer uso de ellos. Las puertas deben ser correderas o abrir hacia fuera.


También es muy importante que al menos una entrada desde la calle sea completamente accesible. No puede tener ningún peldaño y las rampas deben tener una pendiente máxima del 10% o incluso inferior. Este acceso no tiene por qué estar en la entrada principal, pero sí que tiene que estar comunicado, lógicamente, con un itinerario accesible hasta los usos principales del local. Entendemos por itinerario accesible a los pasillos de al menos 1,20 m de ancho, con espacio de 1,50 m de diámetro en zonas de giro, vestíbulos, frente a puertas, ascensores, etc. En cuanto a los suelos, no podrán tener resaltos significativos. Si el local tiene varias plantas de uso público, estas deben estar comunicadas con un ascensor o con una rampa accesible. Igualmente, si el local dispusiera de garaje, también este habría de respetar un número de plazas para minusválidos.


En definitiva, cualquier local que no se haya construido o no se haya hecho una obra importante aproximadamente posterior al año 2010 no va a cumplir las normativas de accesibilidad y, por tanto, va a necesitar una obra importante. Eso será un gasto no solo de dinero, sino de tiempo. Así que ponernos en manos de profesionales competentes (arquitectos, arquitectos técnicos o ingenieros industriales) a su debido tiempo nos puede ahorrar muchos disgustos.

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